Cada primavera, la cumbre del Monte Everest atrae a personas de todo el mundo. Pero a su sombra vive el Sherpa, un pueblo religioso y resistente que, a pesar de las riquezas que rodean la cima más alta de la tierra, todavía son bastante pobres y sin educación. Un niño del Khumbu Valley, Apa Sherpa escaló 21 veces hasta la cima del Chomolungma. Llegó a la edad de 12 años para trabajar como porteador de altura, como muchos otros, dejaría a su familia durante meses, arriesgando su vida en la montaña. A través de su trabajo en la Fundación Apa Sherpa, su objetivo es crear un futuro diferente para su gente.
