20 de mayo de 2017, 04:00 hora de China, 8550 msnm y recorremos los últimos metros para alcanzar el filo somital que nos conduce a la cima del Chomolungma, como le conocen los pueblos que habitan las mesetas del Tíbet desde mucho antes que el mundo occidental conociera estas montañas que tocan el cielo. Estoy muy emocionado porque avanzamos a un buen ritmo y junto a mis compañeros nos sentimos con la confianza para realizar un ascenso impecable. Nos encontramos escalando una sección mixta de hielo y roca, golpeo el hielo y mi pie rebota, creo haber impactado una roca y en el siguiente golpe, observo alumbrado por mi linterna, pero mi pie no responde como espero y busco un plano para apoyar ambos pies, muevo los dedos y tengo muy baja sensibilidad en el pie derecho, comprendo de inmediato que mi pie, por una razón que desconozco ha perdido temperatura y el riesgo de una congelación es inminente … luego de un largo camino de rehabilitación y un par de operaciones, aprendo a caminar y correr.
Agradezco este cortometraje a Paolo Tamburini, por el tiempo dedicado a seguir este camino de recuperación y con su lente, plasmar en historia las etapas que fuimos superando. Gracias infinitas al Dr. Pedro Vidal GH por guiarme en la recuperación y darme la posibilidad de acceder a oxigenoterapia hiperbárica, junto a profesionales de Clínica La Parva. Mención para Daniela Fuenzalida, quien me ayudó a caminar y correr nuevamente, pura pasión y fe en su trabajo. Gracias al Dr. Juan Pablo Fuenzalida por no perder la fe y operarme para recuperar una extremidad que llegó a Chile sin irrigación arterial. Gracias a Mauricio Pavez, amigo y entrenador que me ha preparado físicamente para los ascensos más complejos en mi deportiva. Agradezco a Dios y la familia que me han sostenido en medio de la oscuridad de un mañana incierto. Hoy, solo puedo dar gracias … gracias por el milagro de la vida, gracias por cada amanecer … GRACIAS TOTALES !!!
